Distribución del calamar

Los calamares viven en hábitats muy diversos, estos varían en dependencia de la especie.
Algunos de ellos proliferan en las aguas tropicales, mientras que otros lo hacen mucho mejor en el agua que está a temperaturas más bajas. Se encuentran en casi todas las grandes masas de agua.

Tienden a preferir el agua salada aunque también aparecen en agua dulce.

Todas las especies de calamar gigante se encuentran solamente en los océanos y muy cerca del fondo del suelo marino.
El Atlántico Norte es el hogar de muchas especies de calamar, también se encuentran en grandes cantidades en todo el Golfo de México, Hawai y California, el Pacífico Norte, el Mar de Bering, el Mar de Japón y algunas regiones del Océano Austral.

Los calamares emigran si no tienen alimentos suficientes o si su hábitat natural es destruido. Se cree que esta es la razón por la que han sido capaces de sobrevivir en la Tierra durante millones de años.

Tanto el calamar colosal y el gigante se encuentran en los océanos cerca de la Antártida. Son capaces de sobrevivir en estas temperaturas extremadamente frías, tienen pocos depredadores, la mayor amenaza la constituyen los tiburones.
El calamar de Boston se encuentra en un rango desde Massachusetts hasta Carolina del Norte. También se ha identificado desde Nueva Escocia hasta la costa de Venezuela. A menudo se identifican nuevas regiones habitadas por calamares gracias a las nuevas tecnologías y a los buzos.

La mayoría de los calamares se encuentran al menos 1.000 metros bajo la superficie donde el agua es más fría. Los más jóvenes tienden a subir a la superficie, así como algunas especies. Esta falta de visibilidad es lo que dificulta saber las áreas donde habitan y las grandes profundidades hacen más engorrosos sus estudios.

Cada día se hace más importante identificar correctamente las áreas habitadas por los calamares. Una de las razones es porque son una fuente viable de alimentos para muchas criaturas marinas, otra, para garantizar su conservación, pues esto podría significar la diferencia entre la extinción y la capacidad de aumentar su número.